UN FRENTE PARA MUCHOS FRENTES
Cadena de Mando
Por Juan Ibarrola C.
Más del 70% del presupuesto que anualmente recibe la Secretaría de la Defensa Nacional, se destina a gastos de vida y operación del personal del ejército y la fuerza aérea mexicanos, es decir, sueldos (haberes), servicios y alimentación entre otros, por cierto, la dieta de un soldado mexicano, es de 50 pesos diarios para desayuno, comida y cena, mientras que, la de un preso estatal o municipal es de 90 y la de uno federal, de 135.
En la crítica al presupuesto de la SEDENA, nadie exhibe que en México, tiene derecho a mayor presupuesto de alimentación un preso que un soldado.
Para el presupuesto de egresos 2021 presentado ante el Congreso de la Unión, lo que corresponde a la Secretaría de la Defensa, de lo arriba mencionado, del 30% restante, un 20 se destina a la construcción y administración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el 4.5% para la operación de la Guardia Nacional y un poco más del 4% para la construcción de Bancos del Bienestar.
A quienes conocen bien cómo operan y se administran las fuerzas armadas, ya no llama la atención, -sobre todo durante los dos primeros años de gobierno- que no se comprenda de forma objetiva cuál es la importancia del presupuesto para gasto de defensa que asigna nuestro país y huelga decir que, es uno de los más bajos en el mundo en relación al Producto Interno Bruto.
La pregunta a quien señala sin conocimiento es: ¿Cuál debería ser el presupuesto ideal para la defensa y protección del país y de los mexicanos?
Garantizar la seguridad nacional y la interior, así como la coadyuvancia a la seguridad pública, no son las únicas funciones que tienen las fuerzas armadas; soldados y marinos tienen misiones establecidas en sus respectivas leyes orgánicas que nada tienen que ver con el uso legal de la fuerza. Cuando se trata de auxiliar a la población en caso de necesidades públicas, nadie critica el presupuesto, mucho menos cuando hay que trasladar en un año, casi 300 mil libros de texto gratuito a comunidades alejadas hasta de la mano de Dios.
Producir 100 millones de árboles en el 2019 para el programa “Sembrando Vida”, tampoco es criticable. Quién lo haría, debido a que se trata de un programa de reforestación integral y de impacto benéfico al medio ambiente.
Por qué no se refutan los 717 eventos que en 11 meses, los soldados han auxiliado a la población por casos de desastre. Visto de otra forma, en ese lapso, los militares han prestado sus servicios más de dos veces al día a quien lo ha necesitado vía el Plan DN-III-E. Ya entrados en el tema, quienes critican, no han emitido ningún reconocimiento a los soldados por llevar por primera vez al DN-III a un operativo nacional que ha durado más de 6 meses, donde se reconvirtieron 116 instalaciones hospitalarias con más de 4,300 camas de terapia intensiva y hospitalización para atención de la población mexicana, atendiendo a más de 56,800 pacientes.
Cuando se trata de salud pública, apoyo a la educación, auxilio a la población o medio ambiente, nadie habla de militarización, eso se deja solo a temas de seguridad pública o bien al fortalecimiento militar y naval al servicio público; ahí si hay militarización y riesgos al poder político.
Ya es momento de que haya seriedad, objetividad y congruencia en la crítica y el señalamiento hacia las fuerzas armadas.
Los soldados de tierra, mar y aire, no libran una guerra, más bien, enfrentan diariamente lo que los civiles no han sabido resolver y sin duda, más que pensar en que la lealtad se confunde con ingenuidad, para los militares lo que existe es la responsabilidad de proteger y defender a los mexicanos.
Cabo de Guardia.
¡Fibra! José Luis, vas a salir adelante.
De eso no hay duda.
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@elibarrola