Los militares y sus resultados

Los militares y sus resultados - Juan Ibarrola - Cadena de Mando

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

30.07.2022

¿Cómo deben medirse los resultados que los soldados de tierra, mar y aire, producen diariamente?

Si se quieren medir en función de una óptica política o bien desde intereses específicos de grupos, entonces nunca se tendrá satisfecho a nadie. Si se miden desde el cumplimiento a cabalidad que logran los militares en cada encomienda, entonces los resultados son, por mucho, mejor que los obtenidos por otras instituciones de gobierno.

No se trata de poner a competir a los militares con los civiles; más bien, se trata de darle a cada quien su justo reconocimiento, ya que la crítica de esta semana se ha enfocado en porqué son los militares quienes atienden responsabilidades que corresponden a civiles. Los análisis de estos últimos días aseguran que el militar es un ser cuadrado y cerrado a escuchar a los civiles que tienen experiencia en distintas áreas de la administración pública.

No han sido los militares quienes han provocado que diferentes instituciones hayan perdido su vocación. Tampoco han sido causa o consecuencia de que diferentes funcionarios, en diferentes épocas, hayan generado niveles de corrupción alarmantes que solamente han resultado en degradación y retroceso público.

Hasta este momento, no han sido los militares quienes han debilitado al Estado mexicano, o bien, que hayan vulnerado un proyecto de nación a tal grado de hacerlo completamente fallido. Al contrario.

Este gobierno cree en la importancia de que soldados o marinos ocupen responsabilidades de administración pública, que si bien no había sucedido en los últimos 50 años, los resultados han sido positivos.

La llegada del nuevo director general del AICM, el vicealmirante Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, ha generado polémica y oposición por quienes comprendieron que su arribo iba a provocar cambios inmediatos para poner orden en todas las áreas del aeropuerto capitalino.

Amén de otorgarle al nuevo director el tiempo necesario para que dé los resultados esperados, la crítica nuevamente se centra en que al ser marino, entonces se le debe asociar de inmediato con disciplina castrense cerrada e inflexible, cuando en realidad, Velázquez Tizcareño se ha caracterizado en su vida profesional como un servidor público eficiente que cumple y entrega resultados.

El Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea mexicanos evidentemente forman cuadros militares y navales profesionales, quienes son soporte central del instituto armado; sin embargo, pocas veces se acepta que tanto soldados como marinos son administradores públicos federales, quienes justamente por su formación tienen la capacidad y habilidad de dirigir y enfrentar necesidades gubernamentales alejadas de la estricta vida militar.

El temor de algunos es que los militares ocupen de manera permanente puestos que correspondan a funcionarios civiles.

Demostrado está que cuando un militar ha tenido responsabilidades fuera del entorno castrense, ha sido para resolver lo que antes alguien no pudo o bien, que deliberadamente provocó el debilitamiento de esa institución en específico. Sin embargo, cuando se han dado esas circunstancias, el objetivo es fortalecer para después dar el espacio para que los civiles regresen.

Negarle a la oportunidad a un militar en retiro, con amplia experiencia y con deseo de servir y dar los mejores resultados, no sería justo.

Nuestro país necesita urgentemente que haya resultados en favor de la gente.

Los militares no son parte del problema o bien de las causas; en todo caso, están siendo parte de la solución y del fortalecimiento institucional.

Todo, por México.

 

tyb

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