Tiempo de cobardes - Tamaulipas - secuestro militar - Milenio

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

17.12.2022

Mi solidaridad para Ciro Gómez Leyva se une a la protesta enérgica de muchos por el cobarde atentado que sufrió.

La cobardía es una enfermedad que siempre está acompañada de injusticia, atenta contra toda dignidad y siempre hay quien es la víctima de un cobarde. Aquí es donde entra la injusticia, ya que el cobarde siempre se esconde, nunca enseña la cara y siempre daña a alguien, a uno, a dos, a cientos o a miles.

Este es un tiempo para nuestro país donde a los cobardes ya no se les toma en cuenta. Por ejemplo, los criminales ya se han vuelto parte de la cotidianidad y con ello han logrado que muchos hayan perdido la capacidad de asombro ante sus atrocidades y ante el daño que le hacen a México diariamente.

La cobardía de muchos ha llegado a tal punto donde retan al ejército y al gobierno de la República, asesinando a un General o secuestrando a un Coronel que hasta el momento de escribir estas líneas se encuentra desaparecido. La especulación en torno a estos dos casos ha rebasado toda realidad, y por eso se insiste en que para unos es más fácil callar y para otros denostar, aprovechando el silencio.

También los cobardes encarcelaron a un General, a un capitán, a un Subteniente y a un Sargento, con un caso tan desaseado e injusto, como es la naturaleza de quienes los quieren llevar al patíbulo. Ayer mismo se les negó un amparo promovido por tres de estos cuatro militares en desgracia, determinando su improcedencia por el titular del Juzgado Cuarto en Materia de Amparos y Juicios Federales del Estado de México, Eutimio Ordoñez Gutiérrez.

En este tiempo de cobardes se está llegando a creer que los militares deben ser el payaso de las cachetadas. Ponderar al Ejército, a la Armada y a la Fuerza Aérea de nuestro país como un bien público es un ejercicio necesario en este tiempo de cobardes, ya que las acciones de las fuerzas armadas se dan de manera permanente y sin descanso; se dan en beneficio de los mexicanos y del país, realidad que en este espacio se ha insistido mucho y con riesgo de cansar a mis lectores, se seguirá haciendo.

Se ha insistido también en la permanencia institucional de las fuerzas armadas. Se ha insistido mucho en el valor de las mujeres y hombres que integran al instituto armado.

En este tiempo no se le puede dar más valor a los cobardes que a los valientes.

En este tiempo se debe comprender muy bien que la detención hace dos años del General Salvador Cienfuegos Zepeda fue producto de la cobardía de un testigo protegido y de la ignorancia y soberbia de la DEA. Se comenta, ya que esta semana que termina se revive el caso por un reportaje de la revista estadunidense Time Magazine, el cual devela la injusticia y cobardía a la que fue sometido Cienfuegos y todo el Ejército mexicano.

Debe terminar este tiempo de cobardes, ya que se insiste nuevamente en el gran daño que le hacen a México.

Los soldados no son cobardes, ya que es contrario a su propia naturaleza. Los criminales y los omisos siempre serán cobardes, aun y a pesar de que hoy no se les señale de manera enérgica y contundente.

Cabo de Guardia

Mis mejores deseos para todos.

 

Por Juan Ibarrola C.

rqi

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