Amenazas multidimensionales
Cadena de Mando
Por Juan Ibarrola C.
29.07.2023
Trasiego de drogas en general —fenómeno del fentanilo—, migración y organizaciones criminales, son las amenazas que comparten México, Estados Unidos y Canadá. Más allá del discurso y de la gran cantidad de información mediatica que surge a partir de estos fenómenos, los tres países comprenden la seriedad y puntual atención que debe darse a esta realidad.
Esta semana se llevaron a cabo reuniones bilaterales y trilaterales que muestran la preocupación, las acciones y posturas de cada país para enfrentar estas amenazas multidimensionales crecientes.
La postura de México en el terrible tema del fentanilo ha sido que nuestro país sirve de puente para que desde China lleguen precursores químicos para la producción de esta droga sintética, que se ha convertido en la mayor amenaza de salud pública que tiene actualmente Estados Unidos y también ya se ha convertido en una amenaza para Canadá.
Las fuerzas armadas mexicanas han desmantelado 1,788 centros de procesamiento de drogas sintéticas, lo que ha representado un impacto para las organizaciones criminales de más de 1.6 billones de pesos en ganacias.
Seguridad, salud pública y comunidades seguras son los ejes que los soldados de tierra, mar y aire, así como los guardias nacionales, sustentan para fortalecer tanto los acuerdos bilaterales y trilaterales como las acciones que se realizan.
La relación militar-naval que se tiene con los vecinos del norte goza de grandes fortalezas y de una cooperación y coordinación suficiente y necesaria para combatir desde el frente de seguridad nacional y seguridad interior esta realidad.
Sin duda, la acción diplomática mexicana, así como la participación activa de la secretaria de Seguridad Pública, debe reconocerse.
Sin embargo, pese a todo lo anterior, las amenazas multidimensionales que viven los tres países no se resuelven de inmediato. Debemos sumar a los retos la realidad que en materia de tráfico de armas de Estados Unidos a México existe; la migración, como nunca, representa el mayor reto de crisis humanitaria que se ha vivido en el continente americano.
Respecto al tráfico de armas, en los últimos tres años se han decomisado por los tres órdenes de gobierno más de 70 mil armas. Estados Unidos, a través de la Operación “Southbound”, dirigida por el Buró de Alcohol, Tábaco, Armas y Explosivos (ATF), ha aumentado en más de 60% las incautaciones de armas que intentan salir hacia México.
No está de más recordar la importancia de las armas como herramienta principal para las organizaciones criminales en sus actividades ilícitas como narcotráfico, extorsión, secuestros, robo a transporte de carga y pasajeros, trata y tráfico de personas.
México ya presentó sus cuatro propuestas para detener o por lo menos minimizar el tráfico de armas. La primera es mayor reciprocidad para incrementar las acciones en el decomiso de armas.
La segunda propuesta es aumentar la supervisión en Estados Unidos de licenciatarios de armas, es decir, tiendas que las promueven y venden, así como la gran cantidad de ferias de armas que existen en ese país.
La tercera es revocar las licencias de las tiendas a las que se les compruebe que venden armas ilegales, en especial que puedan tener conexión con el CJNG y el Cártel de Sinaloa.
La cuarta y última es no enfocarse solamente en los intermediarios que promueven las armas, sino llegar a las cabezas de las organizaciones que operan desde el inicio, hasta la entrada ilegal a México de estas herramientas para los criminales.
¡Así las cosas!