“La Política y Lo Militar”

Opinión por Juan Ibarrola
Cadena de Mando | Milenio
19.04.2025
La relación entre la clase política y la clase gobernante con el sector castrense ha sido, es y será directamente proporcional a las necesidades del país, así como de las necesidades que cada proyecto de Nación que, quien gobierne emprenda.
Desde que México se erigió como país, en 1824 y hasta 1946, la gran mayoría de los presidentes mexicanos fueron militares. Militares de otros tiempos, de otros “Méxicos”, de intereses diversos y de ese entonces; militares dignos, militares traidores. También hubo muchos militares que no fueron profesionales, es decir, no fueron hijos del Heroico Colegio Militar y que, en su entender, debía anteponerse lo militar para poder gobernar, amén de que, en muchas ocasiones, esa forma, en ese entonces, llevó al país a retrocesos terribles y a conflictos armados que no obtenían victoria para nadie.
A partir de la llegada del presidente Miguel Alemán, en 1946, la correlación de fuerzas y de intereses políticos con los militares, cambio definitivamente, con la llegada de una nueva clase política que también y naturalmente, iba a crear también, una nueva generación militar, que comprendió perfecta y correctamente la urgente necesidad de profesionalizarse y adquirir el mayor número de conocimiento académico, militar, naval, aéreo, administrativo, logístico y una larga lista de materias.
También comenzó un proceso de creación que instituciones educativas militares y navales tanto técnicas, como de educación media y superior, que han hecho del Instituto Armado, un ente de excelencia educativa, lo que, al paso de los años, los hizo centrarse en perseguir la naturaleza y esencia militar, que sirve al país desde la lealtad, la disciplina, el compromiso y la obediencia. Todo lo anterior, de inmediato separó a los soldados de cualquier interés político personal, ya sea para buscar cargos de elección o bien posiciones políticas que se apartaran del poder servir estrictamente al país, como lo determina la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Aun y a pesar de todo lo anterior, las relaciones de políticos y gobernantes con los militares, se ha dado diariamente, -y se dará- desde los últimos 80 años, con altas y bajas; se ha dado hasta el extremo de generar excelentes relaciones personales entre unos y otros.
Lo que es un hecho, es que por la naturaleza de la relación entre la política y lo militar, siempre existirá un equilibrio de necesidades, es decir, lo que necesitan los gobernantes de los militares y viceversa. Los tres niveles de gobierno necesitan a los militares y viceversa; las zonas, regiones, guarniciones, regimientos y batallones militares y navales se encuentran dentro de municipios en los estados de la República, por lo que no puede haber indisolubilidad entre unos y otros.
Es posible sostener que, a partir de la marcha normal de este país, -donde los militares han sido pieza fundamental para que la marcha haya sido constante y sin contratiempos por conflictos armados- tanto los gobernantes y políticos, como los militares, han delineado e impuesto lo que cada uno debe hacer por este país.
Cada quien a lo suyo. Los civiles a gobernar, a elegir y apoyar candidatos o bien puestos de gobierno. Los militares a dar las seguridades para la defensa y protección de este país.
Los militares no eligen candidatos a absolutamente nada; menos proponen jueces o ministros, alcaldes o regidores.
Los militares, impulsan militares a seguir siendo ejemplo, para los que vienen.
Por Juan Ibarrola C.
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