Rendirse, ¡nunca!

Rendirse nunca Soldados

Opinión por Juan Ibarrola
Cadena de Mando | Milenio

31.05.2025

Rendirse, ¡nunca!

Durante más de 60 años, las fuerzas armadas han participado activa, estratégica y decididamente en tareas contra el narcotráfico, la delincuencia, el crimen y la violencia.

A principios de los años 80 del siglo pasado, ubicados solamente en Sonora Durango y Sinaloa, los operativos Canador, Cóndor, Puma y Pantera insertaron al Ejército Mexicano en acciones directas contra la erradicación y destrucción de plantíos de enervantes, así como en el trasiego y venta de los mismos.

La realidad del narcotráfico que tanto en México, Centro y Sudamérica, así como Estados Unidos, creció exponencialmente entre los 80 y 90, convirtió los operativos mencionados en fuerzas de tarea permanentes en todo el país, como lo fueron Cóndor, Marte y Azteca.

A partir de esos años, la presencia de las fuerzas armadas ha sido permanente y, como ya se mencionó, ha sido “decisiva” para los mexicanos y sus instituciones.

Pocas veces se analiza correcta y objetivamente el impacto que soldados y marinos han causado a los diferentes grupos criminales que este país ha tenido en los últimos 35 años, tiempo en el que la experiencia, los aciertos, los errores y sobre todo el compromiso por el país que tienen los soldados de tierra, mar y aire, no se basan en improvisación o en debilidades.

La reacción criminal a la acción militar y naval —a pesar de los soldados caídos— nunca será equivalente, ya que la fortaleza permanente de la estructura institucional del Ejército, Armada y Fuerza Aérea jamás será superada por las estructuras criminales que por naturaleza se debilitan por pugnas, intereses internos y, por supuesto, por el combate frontal que les provocan las fuerzas armadas.

Hoy más que nunca es muy importante comprender que la estrategia de seguridad conjunta está siendo tan efectiva que la delincuencia pretende enfrentarla, tratando de no perder los espacios territoriales y de poder que en el pasado habían alcanzado, aun a sabiendas de que ante el poder militar y naval no tienen oportunidad de triunfo.

Los mexicanos confían en sus soldados.

La confianza hacia nuestras fuerzas armadas rebasa fronteras y como ejemplo, la reciente visita que el general Gregory M. Guillot, comandante del Comando Norte de Estados Unidos, realizó al Centro Nacional de Adiestramiento del Ejército Mexicano, quien fue recibido por el general Ricardo Trevilla, y el almirante Raymundo Morales.

Desde 2016 se realizan periódicamente encuentros de cooperación militar bilateral entre ambos países.

El general Guillot presenció el ejercicio final de adiestramiento conjunto de efectivos de las tres fuerzas y de la Guardia Nacional. 

 

Toque de silencio

Cuando un soldado muere en actos de servicio, quienes integran el instituto armado viven el dolor y la pena que esta forma de morir conlleva; viven la frustración de no poder buscar venganza contra los responsables.

Viven la realidad de lo que significa anteponer la propia vida por defender a los mexicanos y al país.

Los soldados no son vengadores o justicieros, son el orden y quien impone el orden, son la fuerza real y legal de este país. Son quienes nunca se rinden y menos, ante los cobardes; porque eso son los criminales: ¡cobardes!

Nada quita el dolor ni el sentimiento de orfandad a las viudas, hijos, padres y hermanos de los 8 soldados caídos el pasado martes en Michoacán.

Para los deudos de estos 8 valientes, mi respeto, solidaridad y fortaleza.

¡Aquí nadie se rinde!

 

LmK

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