El silencio de los militares

El silencio de los militares - Cadena de Mando - Juan Ibarrola

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

El silencio comunica. En ocasiones comunica desacuerdo, o bien, desinterés, apatía; puede darse también por aversión, hartazgo, decepción o de plano por cansancio. Comunicacionalmente, el silencio puede comunicar una posición neutral para no entrar en un conflicto de intereses o bien por una anticipación hacia un superior, líder, amigo o familiar.

Me han preguntado mucho sobre el silencio que los militares mantienen desde hace tiempo, refiriéndose específicamente a sus acciones o bien a permanecer fuera de las notas estridentes que se producen día a día por, o en el gobierno.

Los militares simplemente están haciendo su trabajo. No se encuentran en reportajes, notas, columnas de opinión o bien en investigaciones periodísticas, debido a la forma como institucionalmente hacen su trabajo. Los soldados no andan comprando a sobreprecio o bien amañando licitaciones para beneficio de un grupo. No andan corrompiendo a funcionarios públicos y, más allá, dejándose corromper por unos pesos, ya que saben bien que gobiernos van y vienen, pero el instituto armado siempre será el mismo y siempre estará conformado por las mismas mujeres y hombres que lo integran. Los contratos públicos en los que participa el Ejército siempre son para beneficiar a la institución, además de seleccionar siempre las mejores propuestas de empresas verdaderamente expertas y no para improvisar con las que ni siquiera pueden demostrarlas.

Los militares están haciendo su trabajo, por ejemplo, en el tema de la salud. Las acciones emprendidas para enfrentar al covid no cesan ni cesarán mientras la emergencia nacional siga así. La campaña de salud permanente que los militares tienen para apoyar a quien lo necesita ya se convirtió en muchos puntos del país en una exigencia, más que una coadyuvancia hacia gobiernos municipales y estatales. El sistema de salud militar y naval trabaja día a día no solo con quienes integran al instituto armado, sino también con una gran cantidad de civiles que no encuentran apoyo ni solución a sus problemas de salud.

Los militares están haciendo su trabajo en materia de seguridad junto con la Guardia Nacional, enfrentando un cada vez más corrupto y criminal sistema de gobierno a nivel municipal y en algunos casos estatal, donde la lucha para enfrentar grupos criminales, o bien fenómenos y condiciones sociales que provocan altos índices de crimen y violencia, es cada día más compleja. Aun y con todo ello, los militares y los guardias nacionales asestan grandes daños a los grupos delictivos del país, desde detenciones, hasta decomisos muy importantes de droga y dinero en efectivo en los últimos meses.

Los tres ejemplos de acción anteriores sirven para ilustrar el porqué del silencio militar, es decir, los soldados de tierra, mar y aire, así como los guardias nacionales, se encuentran dando todo por su país, por los mexicanos y, por supuesto, por el gobierno. El presidente y su administración ya tienen demasiados frentes abiertos como para que los militares les abran varios más, por ejemplo, gobernadores que se toman fotos con narcos, hasta otros que crean leyes que hubieran sido excesos en la santa inquisición.

Los militares se encuentran trabajando.

Cabo de Guardia.

Un verdadero héroe es Wilber Escalante, agente de la SSC de Ciudad de México, cuando en un acto de valor impide que un joven se aviente de un puente. En el rescate, quien salió lesionado fue Wilber y no quien intentaba suicidarse. ¡Fibra Valiente!

 

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