La ley… es la ley - Juan Ibarrola - Cadena de Mando

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

Comprender el porqué soldados y marinos mantienen un estricto apego a la Ley durante su carrera militar es en verdad simple y sencillo.

Quienes integran a las fuerzas armadas se deben atener a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se mandata que su Comandante Supremo es el presidente de la República; es quien dispone de la totalidad de la fuerza armada permanente.

Quienes integran a las fuerzas armadas se atienen a la Ley de Justicia Militar, al Código de Justicia Militar y también a la Ley Civil.

Los soldados y marinos que cometan algún delito, en muchas ocasiones deben de pagar sus faltas en los fueros militar y civil, es decir, no necesariamente los exime uno del otro. Los militares tienen claro que no apegarse a cualquiera de las dos leyes les producirá un daño por mucho mayor al de los civiles.

Dentro de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea, así como de la Armada de México, existen 5 misiones principales: defender la integridad, independencia y soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país, y en caso de desastre, prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas.

Las misiones arriba mencionadas serán conforme lo ordene o lo apruebe el Presidente de la República, en ejercicio de sus facultades constitucionales. Evidentemente, también se encuentra como una obligación, el cooperar en el mantenimiento del Orden Constitucional. Todo lo anterior, es en función de la realidad y naturaleza militar y naval de México; también porque las leyes, así lo dictan.

Hacer labor o propaganda política no es bajo ninguna circunstancia un esfuerzo que quieran hacer el soldado o el marino, en primer lugar por ser contrario a su naturaleza y en segundo, porque está fuera de la ley hacerlo.  El soldado y el marino conocen perfectamente los efectos políticos, económicos y sociales que traerían la participación militar tanto en política, como en ideología partidista.

El soldado y el marino conocen y se anticipan a no confundir a sus comandados, influyéndolos o bien ordenando que se adhieran a un movimiento político o social. Justamente la fortaleza institucional del instituto armado es la neutralidad en este sentido, la que a la vez, fortalece a que cualquier proyecto de nación que esté en turno, no se debilite, ya que siempre un país, necesitará de sus instituciones para salir adelante.

Además, es por ley.

 

Cabo de Guardia

Transitar en la delgada línea de generar dudas en torno al almirante Secretario, es un gran riesgo para la fortaleza institucional del país. La Armada de México, así como el actual secretario de Marina, han demostrado su lealtad, disciplina y apego a la Ley, en favor de México, de los mexicanos y de la institución presidencial.

¿De verdad alguien quiere debilitar esa fortaleza?

Los videos presentados por el GIEI, no demuestran ninguna responsabilidad o culpa de los marinos en la muerte y desaparición de los estudiantes. No cambian los hechos. El ejército y la armada han sido las instituciones que más han colaborado en este terrible y ya, permanente caso. Permanente, porque son otros los que han lucrado, encubierto y modificado la verdad en su beneficio.

 

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