Las Fuerzas Armadas y la Seguridad Nacional ante la Pandemia

Las Fuerzas Armadas y la Seguridad Nacional ante la Pandemia

Por : Héctor Fernando Morán Castro 

La pandemia ocasionada por el COVID-19 permite ver las capacidades de los estados para contener esta amenaza; Corea del Sur se ha posicionado junto Singapur como las naciones que mejor han manejado -hasta ahora- la crisis generada; en el continente europeo, España e Italia se encuentran aún sufriendo por su lenta reacción; África por su parte, si bien cuenta con muchas precariedades en su sistema de salud, existe una experiencia continua en el control de pandemias, además de tener el apoyo de la ONU mediante el Plan de Respuesta Humanitaria Global, y de contar con una de las tasas más altas de población joven, por lo que es posible que contenga la amenaza; en tanto en Latinoamérica la reacción no fue mejor que en Europa y los efectos se empezaran a resentir en corto tiempo, los resultados de las acciones adoptadas se reflejarán en un manejo adecuado de la pandemia o en situaciones trágicas como lo sucedido en Ecuador.

Las naciones enfrentan esta amenaza de distinta manera, desde el reforzamiento del sector salud, el aislamiento y distanciamiento social, aplicación de pruebas clínicas y medidas higiénicas, medidas de apoyo económico y fiscal para evitar paralizar la economía, etc., pero en todos ellos concurre en estos esfuerzos un elemento común, el empleo de las fuerzas armadas.

En Argentina, de acuerdo con Mariano Chaluleu, licenciado en Ciencias Relaciones Internacionales y estudiante de magíster de periodismo, ‘‘la cuarentena obligatoria se ha extendido al 27 de abril, el ejército se encuentra repartiendo alimentos en los barrios más pobres, la fuerza aérea ha establecido hospitales móviles y la Marina se mantiene en situación de alerta, el Ministerio de Defensa manifiesta que se crearon 14 comandos conjuntos de zonas de emergencia, 10 Fuerzas de Tarea y tienen listas a todas las Unidades Militares de Respuesta a la Emergencia”.

Chile declaró el 18 de marzo el estado de excepción por catástrofe, que contempla el cierre de comercios no esenciales y el despliegue de militares en las calles para dar seguridad a los hospitales y resguardar el cumplimiento de las cuarentenas y medidas de aislamiento social.

España por su parte, debido a los recortes presupuestales en el rubro de Defensa, participa limitadamente pues solo dispone de 3,500 efectivos militares capaces de desplegar en emergencias, y el Ministerio de Defensa indicó que solamente esta en condiciones de apoyar con el 5% de sus efectivos para desplegarlos en la calle.

En Corea del Sur las fuerzas armadas son muy respetadas y establecen puntos de seguridad especialmente en las zonas más afectadas como medida de control y aislamiento de áreas críticas, proporcionan apoyo tecnológico de inteligencia para definir estas áreas de riesgo a través de mapeo con la red telefónica celular de los propios infectados, también participan en campañas informativas. En todos estos casos, cuentan con el marco legal que les asigna sus responsabilidades y tareas, o en su caso, existen decretos que los facultan en su actuar.

En México existe una situación complicada, pues la economía permanece estancada, las estimaciones de crecimiento económico no son nada prometedoras, ya existen altas tasas de desempleo y un sistema de salud que se encuentra en un proceso de transición, aunado a que ciertos sectores de la población aún no entienden el grave problema que se cierne en materia de salud pública; estas situaciones están presentes en un escenario, que si bien ya se observa desde el exterior del país un manejo claro de la emergencia, no deja de ser escalable al punto que puede desbordar los sistemas hospitalarios.

A partir de este hecho las Fuerzas Armadas Mexicanas toman un papel preponderante, pues, si a pesar del esfuerzo incansable de los integrantes del sector salud son rebasados en sus capacidades, la aplicación de los Planes DN-III-E y MARINA serán el bastión en que el gobierno afianzará sus capacidades para contener la pandemia, pues son los únicos con capacidad, organización, fortaleza, estructura y disciplina, además, con experiencia en la movilización masiva de sus fuerzas, logística y administración.

Es en este punto donde debemos preguntarnos, ¿Existe el sustento jurídico en materia de Seguridad Nacional para enfrentar una amenaza?

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos solamente establece la facultad del presidente de preservar la Seguridad Nacional (Art. 89) y específicamente en el artículo 29 en caso de grave peligro o conflicto, le otorga, con aprobación del Congreso, el poder restringir o suspender en todo el país en lugar determinado el ejercicio de los derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación; la Ley de Seguridad Nacional clasifica riesgos y amenazas a la seguridad nacional, pero no comprende, entre otras, las pandemias cuya atención solamente queda enmarcada en la Ley General de Salud.

A través de los distintos medios de comunicación y sus plataformas digitales oficiales, las Fuerzas Armadas de México dieron a conocer que comenzaron a reclutar personal, han activado hospitales para atender la pandemia, en las distintas unidades a lo largo del territorio nacional habilitaron áreas de dormitorios como hospitales de emergencia alternos, es decir, activaron su sistema de planeamiento con acciones de previsión y reacción.

Se podría decir que están llevando a cabo actividades que en el ámbito militar se le conocen como “movilización”, mismas que podrían ser aplicadas a casos de emergencia en que el Estado Mexicano se vea en la necesidad de emplear sus capacidades; sin embargo, a pesar de que el personal militar cuente con la disposición necesaria, el Estado como responsable de velar por la Seguridad Nacional, carece de la estructura legal integral que le permita hacer uso y empleo de todo su potencial para enfrentar posibles amenazas.

Hoy en dia existe el momento histórico de sentar un precedente que no fue aprovechado en 2009 después de la Influenza, el gobierno tiene todo a su favor para diseñar las bases de un Sistema de Seguridad Nacional, que integre y articule al Estado Mexicano para enfrentar contingencias y establecer la regulación para el empleo de su verdadero Poder Nacional.

Nuevamente extiendo mi agradecimiento a quienes están trabajando incansablemente en todas las áreas de salud, seguridad, gobierno y sociedad civil, con el único fin de preservar en este momento la salud de los ciudadanos, no solamente en México, sino en todos aquellos países afectados, ustedes, si leen esta columna, sepan que existimos muchos que los consideramos héroes, que les brindamos nuestro respeto y reconocimiento a su loable labor, muchas gracias nuevamente.

Estimados lectores, ayudemos a estos combatientes, sigamos las normas y reglas sanitarias para salir lo mas pronto de esta contingencia y evitemos poner en riesgo la integridad propia, de los seres queridos y de terceros.

 

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Diario 21
@CallMeFernando_

 

 

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