¡La nueva guerra!

La nueva guerra - Cadena de Mando

Cadena de Mando 
Por Juan Ibarrola C. 

Adelantar vísperas en el conflicto Rusia-Ucrania, se convirtió a partir del pasado jueves en deporte mundial. Sin duda es el momento de los internacionalistas, de los analistas financieros serios, de sociólogos y por supuesto de economistas.

Todo lo demás está de más.

Importante recordar cuando en 1991 el mundo pudo vivir en tiempo real por la televisión, el inicio de las operaciones militares de más de 30 países, dirigidas por el ejército americano en Irak. Hasta ese momento, el mundo nunca había vivido un hecho tan impactante, es decir, presenciar a la distancia el inicio de una guerra y sus horrores.

A partir del pasado jueves, y después de 21 años donde el mundo y sus habitantes hemos cambiado a una velocidad insospechada, los miles de millones de personas que tienen acceso a internet y redes sociales digitales, revivimos esa terrible experiencia; aunque con una diferencia, en aquel 1991, lo único que se tenía de inmediato era la información y ahora, es la opinión y la falta de seriedad informativa de una gran cantidad de espacios que según, dan cuenta precisa de los acontecimientos.

Sin lugar a dudas todas las guerras son crueles, ya que quienes de manera inmediata sufren sus efectos, son los ciudadanos, en este caso, los ucranianos. Hasta el momento de escribir este texto, el gran poderío militar de Rusia, se ha encontrado con un ejército ucraniano que no se ha amilanado, aun y a pesar de las enormes fortalezas militares rusas.

Decía el Teniente Coronel francés Jean Puget, en su libro “La Guerra Cruel, Honor a los Combatientes” que, “Humanizar la paz, parece más lógico que tratar de humanizar la guerra; sin embargo, hasta ahora la guerra ha sido una de las soluciones en la búsqueda de la paz”.

Efectivamente, después de la guerra llega la paz. La gran interrogante es a qué se enfrenta el orden mundial y por supuesto si éste cambiará.

¿Hasta cuándo durará este conflicto?

¿Los conflictos armados, se convierten a partir de esto, en verdaderas y reales guerras comerciales y económicas?

Evidentemente cuestionar el papel y el impacto que tendrá México en esta guerra, se convierte en una urgente pregunta.

Aun y a pesar de que la posición de México ante conflictos internacionales es el de no intervención, la empatía al inicio de conflictos de esta naturaleza, debe ser con los ucranianos; en estos tiempos donde podemos conocer de manera inmediata el sufrimiento de la gente y sobre todo que, a pesar de la modernidad, de lo avanzado de la civilización y de la realidad de garantizar derechos humanos, la tragedia, el miedo y la desesperanza la viven únicamente los ciudadanos.

Los soldados de ambos países ya comenzaron a pelear y ahí también existen y existirán horrores.

Los horrores de la guerra marcan generaciones completas y los ucranianos no han tenido descanso en mucho tiempo y es ahí donde debe haber mayor empatía.

En una realidad económica y comercial, por supuesto que los efectos de esta guerra traerán a nuestro país un impacto y nuevamente en un ejercicio de objetividad, medirlos en este momento resulta por demás estéril.

En esta nueva guerra, la victoria o la derrota no habrá de pertenecer a los soldados, mucho menos a la gente. Todo indica que los únicos beneficiados, serán los hombres del poder, lo que consabidamente es una realidad.

Esta será una guerra cruel.

 

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